Los logros y desafíos de la vacunación en Cuba: apoyo popular y falta de insumos

Febrero 2023

Comienza en Camagüey primera fase del ensayo clínico Ismaelillo con la vacuna Abdala, en niños de tres a once años de edad, el 3 de agosto de 2021. ACN FOTO/Rodolfo BLANCO CUÉ/ Ministerio de Salud Pública de Cuba

El Ministerio de Salud de Brasil lanzó recientemente el Movimiento Nacional por la Vacunación con el objetivo de retomar las altas coberturas de vacunación en el país, cuyas tasas han disminuido significativamente en los últimos años. Para ampliar el debate y discutir el tema de la vacunación en América Latina, entrevistamos a José Moya, Representante de la OPS/OMS en Cuba.

Para Moya, el lazo estrecho entre la comunidad y los servicios de salud genera una respuesta positiva y una aceptación de las vacunas, que son solicitadas por las propias familias para cumplir con los esquemas de vacunación a sus niños. En esta breve entrevista al blog de HCS-Manguinhos, José Moya analiza la vacunación de la COVID-19 en Cuba, el programa regular de inmunizaciones y la participación de la OPS en estas actividades.

 

¿Logró Cuba mantener un equilibrio entre la vacunación de COVID-19 y las otras inmunizaciones -especialmente las necesarias para la infancia- en los últimos años? ¿Cómo?

La información que ha difundido el Ministerio de Salud Pública de Cuba es que las coberturas de vacunación para su programa regular de inmunizaciones están por encima del 95% para los últimos cinco años y eso incluye los tres años de pandemia. Esto es posible por la solidez de su sistema de atención primaria, que tiene a los consultorios del médico y enfermera de familia, como el espacio comunitario donde se realiza el seguimiento de los esquemas de vacunación para cada uno de los niños de su jurisdicción. Este lazo estrecho entre la comunidad y los servicios de salud genera una respuesta positiva y una aceptación de las vacunas, que son solicitadas por las propias familias para cumplir con los esquemas de vacunación a sus niños. Con las vacunas contra la COVID-19, la respuesta fue igual, sumándose un sentimiento de orgullo nacional y confianza a vacunas producidas enteramente en el país.

Es importante señalar que hubo un plan coherente de comunicación, que incluyó información del avance de los cinco candidatos vacunales cubanos, los resultados de sus fases de ensayos clínicos y finalmente una vez aprobadas por la Autoridad Regulatoria Nacional, la participación voluntaria de la población según el calendario difundido por grupos de edad y territorio. Cuba está entre los primeros países del mundo en conseguir altas coberturas de vacunación y refuerzos frente a la COVID-19, considerando que su esquema primario es de tres dosis.

 

¿Cuáles han sido los principales logros y desafíos de la vacunación en Cuba en los últimos años? Si es posible contar si Cuba produce sus propias vacunas y si existe o no resistencia o apoyo popular.

El logro más importante de Cuba es haber producido sus propias vacunas contra la COVID-19 y haber inmunizado a toda su población. Es el único país de América Latina y el Caribe en lograrlo y esto no es casual. Desde hace más de 30 años se han desarrollado en el país instituciones de investigación, ciencia y biotecnología que le han permitido producir el 80% de las vacunas del Programa Nacional de Inmunizaciones (PAI). Algunas de estas vacunas han sido relevantes para el control en la región de la hepatitis B, por ejemplo. Las otras vacunas que necesita el país son adquiridas a través de Fondo Rotatorio que coordina la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Cuba logra coberturas optimas de vacunación, considerando que las familias cubanas valoran sus vacunas, no hay grupos negacionistas y tienen confianza en su Ministerio de Salud. Sin embargo, un problema no mayor ha sido la falta de insumos como son las jeringas, algodón y alcohol, que se fueron resolviendo con las compras directas que realizó el país, y por la cooperación de la OPS, y otras agencias del SNU, así como de organismos internacionales y gobiernos. Esta cooperación además fortaleció la cadena de frio del PAI, con la adquisición de camiones frigoríficos, más de mil refrigeradoras precalificadas por la OMS, y cientos de termos necesarios para continuar con las actividades nacionales del programa.

 

Dr. José Moya, Representante de la OPS/OMS en Cuba. Foto: archivo personal

¿Como la OPS ha participado en las actividades de vacunación?

Desde la Representación de la OPS en Cuba hemos sido testigos de los avances de sus candidatos vacunales y los resultados obtenidos en las fases de los ensayos clínicos. El diálogo ha sido constante con los científicos del Instituto Finlay de Vacunas (IFV), que elaboró tres candidatos vacunales llamados Soberna 1, 2 y Plus; y con el Centro de Ingeniería, Genética y Biotecnología (CIGB) que produjo otros dos candidatos como Abdala y Mambisa. También se promovieron espacios virtuales de intercambio con los colegas de nuestra sede OPS y con la OMS. Esto permitió tener un conocimiento más detallado de las vacunas cubanas contra la COVID-19. Una de estas vacunas, Abdala, presentó el expediente técnico para su aprobación para su uso de emergencia a la OMS, que ha quedado pendiente hasta completar los nuevos equipos del Complejo Biotecnológico que el CIGB ha instalado en el puerto Mariel a 30 Km de La Habana.

Una vez iniciada la vacunación en el país, la OPS ha seguido apoyando con reuniones técnicas virtuales, con intercambio de conocimientos y vigilancia de las reacciones adversas a la vacunación, esta última es una tarea permanente en todos los países con todas las vacunas del calendario nacional.

 

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