Marzo 2016
Marcos Cueto e Vivian Mannheimer
Segundo José Moya, epidemiologo de la OPS/OMS Argentina, la epidemia de zika en Brasil y América Latina ha revelado consecuencias nunca descritas.
De una enfermedad leve, asintomática en la mayoría de los casos, el zika se ha convertido en una enfermedad con amplia transmisión en la población asociada al incremento de enfermedades neurológicas – como el síndrome de Guillain-Barré- y a microcefalia.
“Este efecto sin precedentes en la salud pública de las Américas está constituyendo un reto a la vigilancia epidemiológica y a los sistemas y redes de servicios de salud de la región”, afirmó Moya.
En entrevista al blog HCS-Manguinhos, José Moya analizó las respuestas de los gobiernos de América Latina al zika, las consecuencias reveladas por la enfermedad y otras emergencias sanitarias en la historia reciente de América Latina.
Consideras adecuada la respuesta de los gobiernos al Zika? [o al control de los aedes] Que mas falta hacer?
Luego que la OMS considerará al zika y la microcefalia como un emergencia de salud pública de importancia internacional, los países de las Américas y Argentina en particular, han elevado el tema a las más altas decisiones políticas, como lo demuestra la reunión de Ministros de Salud en Montevideo-Uruguay el 3 de febrero de 2016. Desde entonces los equipos de salud nacionales –con el apoyo de la OPS/OMS vienen elaborando planes de respuesta, en función de los hallazgos, la investigación y la información que difunden países como Brasil y Colombia, cuyas lecciones aprendidas y recomendaciones se siguen y adaptan los países, a sus propias realidades.
El Zika ha revelado la precariedad del control de vectores?
No. El zika ha revelado consecuencias nunca descritas. De una enfermedad leve, autolimitada, asintomática en la mayoría de los casos, el zika se ha convertido en una enfermedad con amplia transmisión en la población (debido a la presencia del vector) y que estaría asociado al incremento de enfermedades neurológicas -como el síndrome de Guillain-Barré- y a malformaciones congénitas como se viene observando con el nacimiento de niños y niñas con microcefalia. Este efecto sin precedentes en la salud pública de las Américas está constituyendo un reto a la vigilancia epidemiológica y a los sistemas y redes de servicios de salud de la región. La presencia de éstas tres enfermedades en la región: dengue, chikungunya y zika, transmitidas por el mismo moquito ha elevado nuevamente la discusión de las estrategias y métodos de control vectorial, cuyos resultados en los últimos años han sido muy variados, pero que requieren de una amplia participación intersectorial.
Mucho se habla de determinantes sociales de salud; como aplicar esta nocion al caso del Zica?
La amplia distribución del vector, el mosquito Aedes aegypti, de debe entre otras razones a los determinantes ambientales como el incremento de la temperatura, que genera mayor cantidad de lluvias y humedad. Esta es una razón central en la dificultades para lograr el control vectorial. Además, se añaden los determinantes sociales y económicos, ya que aún hay amplios sectores de la población rural y urbano marginal en nuestros países que carecen de servicios permanentes de agua potable entubada y de eliminación de excretas. El almacenamiento de agua en cilindros y demás recipientes son los principales criaderos de mosquitos dentro de las casas, que requiere esfuerzo compartidos entre las autoridades locales y la población para mantenerlos libres de mosquitos.
Conoces algunas emergencias sanitarias en la historia reciente de América Latina parecida a la que estamos viviendo con el Zika? que podemos aprender de ellas?
En diciembre del 2013, la OPS/OMS emitió la alerta de circulación del chikungunya. Virus igualmente transmitido por el mismo mosquito y que durante 2014 produjo epidemias de alta incidencia en países de la región, sobre todo aquellos que se encuentran en zonas tropicales como el Caribe. En el lapso de pocos meses la población fue afectada padeciendo de artralgias que incapacitaron durante una semana a niños y adultos. Además el chikungunya produce casos crónicos durante algunos meses y años. La experiencia en nuestros países en la respuesta a brotes de dengue jugo a favor para adaptarse a la organización de los servicios y a la información oportuna a la población.
La epidemia de influenza A H1N1 que se inició en México el año 2009; la epidemia de cólera en Perú el año 1991 y en La Española del año 2010; han sido experiencias donde rescatamos la solidaridad internacional, el aprendizaje conjunto, la aplicación del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) y la difusión de información sanitaria. Estás experiencias han fortalecido a los sistemas de vigilancia epidemiológica en su capacidad de detectar las emergencias que pongan en riesgo la salud de nuestras poblaciones.