Salud y pandemia en la segunda vuelta electoral en Perú

01 de junio de 2021

El domingo 6 de junio los peruanos elegirán a su nuevo presidente. El candidato Pedro Castillo supera en intención de voto a Keiko Fujimori. Foto: DW

José Ragas | Instituto de Historia – Pontificia Universidad Católica de Chile

Este domingo 6 de junio, los peruanos y peruanas regresarán nuevamente a las urnas. Esta vez para elegir a quien los gobernará por los próximos cinco años. Han sido meses muy desgastantes tanto para los votantes como para los candidatos, inicialmente 18 y ahora reducidos a dos en segunda vuelta: Pedro Castillo, del partido Perú Libre, y Keiko Fujimori, por Fuerza Popular.

Ha sido una elección desgastante debido principalmente a la pandemia. Perú ha sido uno de los países más afectados por el COVID-19, desde que se declarara su presencia de manera oficial en marzo de 2020. Si bien se tomaron medidas inmediatas y drásticas para frenar su avance, estas terminaron siendo contraproducentes al no ir acompañadas de paquetes de ayuda económica o la implementación de pruebas para hacer el seguimiento apropiado. Una crisis política en Noviembre de ese mismo año provocó la destitución irregular del Presidente, la toma del poder por un grupo de congresistas desprestigiados y la juramentación de un nuevo Presidente de transición hasta este 28 de julio.

La campaña electoral se vio seriamente afectada por las restricciones de movilidad impuestas por el Gobierno. Si bien en un momento se buscó introducir el aspecto digital para llegar a potenciales votantes, pronto se consideró este como insuficiente. Varios candidatos comenzaron a organizar manifestaciones y a congregar a personas en sus presentaciones a lo largo del país. Algunos, como el ultraderechista Rafael López Aliaga, decidieron no utilizar mascarilla en público. Otros hicieron caso omiso de las recomendaciones sanitarias. No debe sorprender que esta exposición llevó a que varios candidatos se contagiaran de COVID-19, interrumpiendo sus agendas y con ello su campaña electoral.

Ya en la recta final, los dos candidatos tienen visiones distintas de país. Keiko Fujimori, hija del ex-presidente Alberto Fujimori (quien cumple sentencia de 25 años por violación de derechos humanos y corrupción), busca defender el modelo económico y consolidar un gobierno vertical y con tendencia al autoritarismo. Es en buena medida una extensión del gobierno de su padre, al cual ha reivindicado luego de un breve alejamiento estratégico en la elección anterior (esta es la tercera vez que ella postula). Del otro lado, Pedro Castillo, maestro rural, se presenta con el partido cuyo dirigente Vladimir Cerrón tiene fuertes vínculos con la izquierda radical. Su base de apoyo son el magisterio y los ronderos, campesinos organizados que defendieron sus localidades del grupo terrorista Sendero Luminoso durante el Conflicto Armado Interno (1980-2000). Castillo, si bien tiene experiencia como dirigente sindical, ha tenido serios tropiezos durante esta segunda fase.

Lo más interesante de esta segunda vuelta es el posicionamiento que ha tenido la ciencia y la tecnología en la agenda política de los/las candidatos/as y de lo que se espera de un eventual futuro o futura presidente. No es la primera vez que esto ocurre. En 1990, durante el balotaje entre Fujimori padre y Mario Vargas Llosa, el partido de Fujimori adoptó como lema de campaña: “Honradez, Tecnología y Trabajo”. Si bien ninguno de los tres postulados se llegó a cumplir —especialmente el primero—, el tema de la tecnología fue más bien superficial, y buscaba establecer un vínculo personal entre su ascendencia japonesa con el despegue económico y tecnológico de Japón en los años noventa.

Treinta años después, la ciencia ya no podía ser tomada tan a la ligera. Como señalé líneas arriba, la pandemia ha hecho estragos en el país. Si bien hay señales de que la segunda ola está comenzando a decrecer, las autoridades están pidiendo que no nos confiemos debido a que es posible que una tercera ola aparezca en agosto o setiembre de este año. Perú ha aparecido en todos los cuadros sobre mayor mortalidad por la pandemia, incluso igualando o superando a la India. El Ministerio de Salud de Perú, que difunde estadísticas diarias, señala que a la fecha hay 68 mil peruanos fallecidos a causa de la pandemia (hay quienes dicen que esta cifra es muy conservadora), un número muy cercano al establecido por el Informe Final de la Comisión de la Verdad para las víctimas fallecidas en veinte años de violencia política.

No obstante, la pandemia ha tenido una consecuencia inesperada: ha expuesto los límites y el agotamiento del modelo económico neoliberal. Las redes sociales se han llenado de pedidos desesperados de personas que no podían adquirir un balón de oxígeno o una cama de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para familiares suyos. El Gobierno tuvo que improvisar medidas para hacer frente a décadas de olvido y desdén por la salud pública, sin que estas medidas fuesen del todo efectivas. Reclamos anteriores, que pedían ajustes en el modelo económico para crear un Estado más robusto y matizar el peso del mercado, son ahora considerados como inapropiados o incluso “extremistas” por los seguidores del fujimorismo y algunos sectores liberales.

Los partidos respondieron a esta preocupación enfatizando sus propuestas principalmente en cómo solucionar la pandemia, y menos en cómo reestructura el sistema de salud nacional. Dentro de este difícil escenario, lo bueno es que el partido que entre a gobernar desde julio, no va a operar en el vacío. El actual presidente del Gobierno de Transición, Francisco Sagasti —él mismo una persona vinculada a la ciencia—, ha conseguido cerrar contratos para asegurar las vacunas necesarias para la población total, y que deberían llegar a lo largo del año. La vacunación ha avanzado de manera rápida, y se ha superado los dos millones de personas inoculadas, especialmente los mayores de edad y más recientemente, personas con problemas de salud mental y de neurodesarrollo.

En el debate de equipos técnicos de hace unos días (23 de mayo), José Recoba (Fuerza Popular) indicó que la salud debía ser conquistada, siguiendo el paradigma del libre mercado, que no ha funcionado hasta ahora en el país. Prometió también que al 30 de noviembre “todos los adultos mayores de 18 años” estarían vacunados. Insistió que todos los problemas que aquejan a los peruanos se deben a la “mala gestión” de los gobiernos de los últimos veinte años, sin que eso incluya el periodo de Fujimori padre. Hernando Cevallos, médico y responsable del área de salud por Perú Libre, puso énfasis en la ausencia de un sistema nacional de salud y la necesidad de que la salud sea un derecho, amparado por el Estado. Para hacer un contrapeso con el negacionismo de las vacunas promovido por Ernesto Bustamante, otro médico vocero de Fuerza Popular, Cevallos indicó la importancia de guiar el proceso de vacunación basándose en criterios científicos.

Lo cierto es que no hay una propuesta sólida ni específica en cuanto a las políticas de salud pública, y es posible que quien entre en julio a gobernar se limite a seguir los lineamientos ya establecidos por el Gobierno de Transición en lo que respecta a la inmunización. Pero el problema de fondo, la reorganización del sistema de salud público, para garantizar un acceso a la mayoría de población (especialmente a quienes no cuentan con seguro) va a ser puesto por debajo de la alfombra o realizado de manera incompleta.

José Ragas es profesor en el Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Ph.D. en Historia por la Universidad de California, Davis.

La fragmentación de partidos y la imposibilidad de establecer políticas de mediano plazo van a conspirar contra la urgencia de brindar un servicio básico a la población, y vamos a tener que esta misma tragedia cuando la siguiente pandemia ataque en unos pocos años más.

Enlaces complementarios

Debate técnico del Jurado Nacional de Elecciones (23 de mayo de 2021).

Debate Equipos Técnicos del JNE: estas son las propuestas que dieron Perú Libre y Fuerza Popular”. El Comercio (24 de mayo de 2021).

Los médicos y científicos en el equipo de Pedro Castillo”. Salud con Lupa (21 de mayo de 2021).

Plan de Gobierno de Perú Libre (2021).

Como citar este texto:

RAGAS, José. Perú y la memoria global de las víctimas de COVID-19. In: Revista História, Ciências, Saúde – Manguinhos (Blog). Publicado en 26 de junio de 2020. Accedido en [fecha].

Más sobre el Perú:

RAGAS, José. Salud y pandemia en la segunda vuelta electoral en Perú. In: Revista História, Ciências, Saúde – Manguinhos (Blog). Publicado en 01 de junio de 2021. Accedido en [fecha].

Perú y la memoria global de las víctimas de COVID-19:  Este ensayo del historiador José Ragas, profesor en la Universidad Católica de Chile, reflexiona sobre cómo los memoriales han buscado materializar nuestro recuerdo de las víctimas de las pandemias durante el último siglo y la manera cómo la pandemia de COVID-19 ha modificado nuestra relación con los muertos.

Protestas en Chile: historia, universidad y salud:  Entrevistamos a José Ragas, profesor en el Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile, sobre la crisis en el país.

Ragas, Jose. Revisiting global health from the periphery: the Zika virus. Hist. cienc. saude-Manguinhos, Dec 2018, vol.25, no.4.

Elecciones en el Perú: propuestas débiles para la salud Víctor Zamora analiza las perspectivas para la segunda vuelta de la votación presidencial en el Perú, en 2016.

 

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