Reflexiones sobre la epidemia de covid-19 en Cuba

 18 de Mayo de 2020

Section: Coronavirus and History

Enrique Beldarraín Chaple| Médico especialista en Epidemiología, historiador de la medicina y profesor en la Universidad Médica de La Habana.

Me refiero en este comentario a los primeros días de la presencia de la COVID-19 en Cuba, a su primer mes, entre el 11 de marzo y 9 de abril. (1)

La presencia de la enfermedad en Cuba, se presentó en tiempos diferentes a muchos países del mundo, empezó tarde en relación al resto de América. También ha tenido una incidencia menor que en el continente.(1) En el resto del mundo ya existían desde hacía más de un mes numerosos países con una presencia alarmante de la enfermedad y una elevada mortalidad.

Previamente, en Cuba, se había diseñado y comenzado a implementar el Plan Nacional para la Prevención y Control de esta enfermedad, y se había aplicado una vigilancia intensiva de los Síndromes Respiratorios, producto de este programa se identificaron e ingresaron casos sospechosos de COVID-19, que resultaron negativos. También se prepararon con anticipación los hospitales que serían centros de ingreso de los futuros casos cuando se presentaran, se acondicionaron los servicios y las salas de terapia intensiva. Se capacitó a un grupo grande de médicos, enfermeros y otros el manejo de la enfermedad y con los conocimientos que hasta ese momento se habían acumulado de la novel epidemia. Otra decisión de suma importancia fue la de crear centros de aislamiento para sospechosos de padecer la enfermedad, estos se habilitaron en grandes escuelas y otros edificios con facilidades para internar a grupos grandes de población. Se prepararon para una posible atención médica mínima, si alguno de los futuros ingresados presentaba algún problema de salud y si presentaran síntomas de la COVID-19, serían trasladados a un hospital designado para ello. Inicialmente el Ministerio de Salud Pública (Minsap) dispuso 2 472 camas para la atención medica relacionada con el coronavirus, en 11 hospitales y 18 centros de aislamiento. Esto constituyó una fortaleza, pues estas facilidades de ingreso permitían sacar de la comunidad a las personas sospechosas y contactos de los casos positivos, ayudando a disminuir el número de contagios y estableció una diferencia con muchos países del mundo, donde se presentó una gran crisis de instalaciones hospitalarias y personal médico para atender a los afectados por la enfermedad, como fue en Italia, España e incluso los USA. (2, 3, 4, 5)

El día 10 de marzo de 2020, se identificaron cuatro turistas procedentes de la región italiana de Lombardía con sintomatología respiratoria, que se encontraban hospedados en un hostal en la ciudad de Trinidad, provincia Sancti Spíritus, y que habían arribado por el aeropuerto de La Habana en días recientes. Fueron ingresados en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) y al día siguiente se confirmó que tres de ellos resultaron positivos, convirtiéndose así en los tres primeros casos diagnosticados en Cuba.

Y se iniciaron las acciones de vigilancia y control epidemiológico a las personas identificadas como contactos, los cuales estaban asintomáticos.

En los primeros días la vigilancia estaba centrada en la detención de casos sospechosos de la enfermedad, que eran las personas con sintomatología respiratoria y que provenían de un área donde hay transmisión en el extranjero, fueran turistas o cubanos de viaje. Una vez identificado el caso sospechoso, se aísla en una institución y se realiza un estudio epidemiológico, se identifican los contactos que ha tenido esa persona en los últimos 14 días y a estos se les realiza una evaluación clínica.

A partir de este momento siguieron apareciendo casos, hasta totalizar al final del primer mes, el 9 de abril, 564 casos (Cuadro No. 1, Figura No. 1). Se encontraban ingresados para vigilancia clínico-epidemiológica 1 867 pacientes y de ellos, 1 217 sospechosos. Se estudiaron 1 298 casos de las que resultaron positivas 49 (los casos positivos). Se realizaron hasta esta fecha 12 023 muestras.

Cuadro No. 1. Número de casos, casos acumulados y fallecidos por de Covid -19 en Cuba, entre el 11 de marzo y el 9 de abril del 2020

Fecha No. casos Casos acumulados Fallecidos
11 marzo 3 3 0
12 marzo 1 4 0
13 marzo 0 4 0
14 marzo 0 4 0
15 marzo 0 5 0
16 marzo 1 5 0
17 marzo 2 7 0
18 marzo 4 11 1
19 marzo 5 16 0
20 marzo 9 25 0
21 marzo 10 35 0
22 marzo 5 40 0
23 marzo 8 48 0
24 marzo 9 57 0
25 marzo 10 67 0
26 marzo 13 80 1
27 marzo 39 119 0
28 marzo 20 139 1
29 marzo 31 170 1
30 marzo 16 186 2
31 marzo 26 212 0
1 abril 21 243 0
2 abril 36 279 0
3 abril 19 298 0
4 abril 32 330 2
5 abril 30 360 1
6 abril 46 406 2
7 abril 61 467 0
8 abril 58 515 4
9 abril 49 564 0
Total 564 564 15

Fuente: Partes diarios Minsap.

Figura No.1. casos diarios y acumulados de Covid- 19 en Cuba, 11 de marzo – 9de abril del 2020

Fuente: Cuadro No. 1

La decisión de que los residentes en el territorio nacional que arribaron procedentes del extranjero, desde el día 22 de marzo, pasaran a un régimen de aislamiento por 14 días con vigilancia, en instituciones que en todas las provincias habilitaron con este fin, fue medida de protección muy importante para el propio individuo y la comunidad. En el caso de los visitantes extranjeros que aún se encontraban en Cuba, se reforzó la vigilancia estrecha en los hoteles, con dos evaluaciones diarias, que también cubriría a los trabajadores de estas instalaciones. Se reforzó la vigilancia médica diaria en la población, para saber su estado de salud y en estas pesquisas trabajaron médicos, enfermeras y estudiantes de Ciencias Médicas. Se visitaron las casas de las personas que han arribado al país en los últimos 15 días (unas 47 mil personas), para saber si hay síntomas y actuar de manera oportuna. También se diseñaron medidas específicas para los grupos más vulnerables, como los adultos mayores, población que suma más de dos millones, de los cuales el 15 por ciento viven solos, y tratar de que los adultos mayores no estén en la calle, pues en cualquiera de los escenarios una persona puede trasmitirle la enfermedad. Otra de las medidas adoptadas estipuló que ninguna persona con síntomas respiratorios debe estar en centros laborales ni educacionales. Se orientó desde los días iniciales de la enfermedad, realizar el proceso de desinfección, utilización de hipoclorito de sodio en todas las instituciones para la limpieza de las manos y las superficies, junto al uso de nasobucos para toda persona que esté en la calle y el distanciamiento social. Estas medidas están orientadas a tratar de disminuir la transmisión, actuando sobre la posible cadena epidemiológica y son parte de las medidas llamadas intervenciones no farmacológicas (INF), ya que en estos momentos es imposible una medida preventiva del tipo medicamentoso o vacunal.

El 27 de marzo se presentó el primer evento de transmisión local en la Isla, en Matanzas, relacionado con uno de los casos diagnosticados el día 21 de marzo y que se corresponde con un trabajador de turismo de Varadero, cuya fuente de contagio fue un grupo de turistas italianos. A partir de este paciente se identificaron 53 contactos, que se encontraban aislados y en vigilancia epidemiológica, de los cuales en días posteriores resultaron positivos a la COVID-19 tres familiares y un amigo. El país estableció una fase de transmisión local para un área de la ciudad de Matanzas. Y el resto de la Isla continuó en la fase pre – epidémica.

El día 26 de marzo se reportó el primer fallecido, llegando a acumularse 15 en este primer mes de la presencia de la enfermedad en Cuba (Cuadro No.1, Figura No.2).

Figura No. 2. Número de casos y fallecidos por Covid -19 en Cuba, 11 de marzo – 9 de abril

Fuente: Cuadro No. 1

Los teóricos de la epidemiología del Minsap dividieron el posible desarrollo de la COVID-19 en Cuba en tres fases: Pre epidémica, o fase uno: En esta se notifican casos confirmados de viajeros procedentes de países afectados, o casos locales que se han producido porque han tenido vínculos o contactos con esos viajeros. Transmisión autóctona limitada: Se confirman casos en los cuales no se han podido establecer nexos directos con viajeros procedentes de áreas afectadas. Casi siempre está limitada a conglomerados pequeños, una localidad del país, una institución o centro en particular. Epidémica: Es la más compleja. Se detectan y confirman casos sin nexos con viajeros, se incrementan los casos en diferentes localidades del territorio nacional y ocurren picos en la curva de la pandemia. Esta clasificación es muy operativa, pues permite establecer medidas de protección a la población y de aislamiento a las comunidades, de diferentes niveles, según la afectación del área geográfica y no es necesario tener en aislamiento estricto a todo un municipio o provincia, además permite ir tomando decisiones territoriales relacionada con la atención médica. (6)

El 29 de marzo se identificó el segundo evento de transmisión local de la COVID-19, en la comunidad Camilo Cienfuegos, en el municipio Consolación del Sur, provincia de Pinar del Río. Compuesto de cinco casos a partir de un matrimonio que llegó al país procedente de Cancún, México; estas dos personas fueron confirmadas con la enfermedad y contagiaron a otras tres, que son casos secundarios.

Al día siguiente, se inició la pesquisa para el diagnóstico, con la realización de pruebas de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) y test rápidos a determinados grupos de la población. Las pruebas de PCR se realizarán a todos los pacientes sospechosos de la enfermedad –entre el tercer y séptimo día de la misma–, a los contactos de los casos confirmados a partir del 31 de marzo, a las personas diagnosticadas o que se diagnostiquen con una infección respiratoria aguda grave, y a todos los que sean parte de un brote de infección respiratoria aguda. Medida enfocada a tratar de cerrar el círculo de los posibles casos en riesgo de tener la enfermedad.

Los test rápidos, se aplicaron a todas las personas que permanecieron en los centros de aislamiento desde el 24 de marzo último y a todas las que arribaron al país del 17 al 23 de marzo, y que aún no habían cumplido los 14 días. También se realizaron a las personas con una infección respiratoria aguda y a una parte de nuestra población con riesgo, como son los mayores de edad en hogares de anciano o casas de abuelo. Quien resultó negativo, no se puede afirmar categóricamente que no tenga el virus, por lo que se mantendrá donde se encuentre, con vigilancia o limitación del movimiento hasta 14 días después.

Es una conducta similar a la que se usó en China, Japón, Corea del Sur y Tailandia, países con mayor número de casos y resultados positivos para reducir la incidencia de la COVID-19. (7)

Las autoridades sanitarias reiteraron la importancia de la pesquisa activa, única en este contexto en el mundo- para detener el avance de la epidemia y destacaron el apoyo responsable de la población, a la que llaman a no esconder los síntomas respiratorios y en caso de tener alguno, por mínimo que sea, acudir inmediatamente a los servicios de salud. Miles de médicos y enfermeras de la familia, acompañados por más de 28 mil estudiantes de Ciencias Médicas, visitan diariamente las viviendas de toda la población, hasta los sitios más intrincados del país para verificar si hay personas con síntomas de infecciones respiratorias, si han tenido contactos con personas sospechosas, turistas o cubanos que han regresado del extranjero, al comprobar algunas de estos riesgos proceden a realizarle las pruebas de diagnóstico rápido o se envían a la institución de salud más cercana. Esto es posible por la fortaleza de capital con que cuenta el Sistema Nacional de Salud, compuesta por un considerable número de médicos, estomatólogos, enfermeros y tecnólogos de la salud. La Atención Primaria (APS) está integrada por 13 070 médicos, que cubren toda la superficie del territorio nacional y 10 869 Equipos Básicos de Salud. (8).[*]Estas acciones constituyen un gran esfuerzo tanto material, como de recursos humanos involucrados.

Al finalizar el primer mes, el 9 de abril, en Cuba se encontraban ingresados para vigilancia clínico-epidemiológica 1 867 pacientes y de ellos, 1 217 sospechosos. Se estudiaron 1 298 casos y 49 muestras resultaron positivas. Se acumulaban ya 12 023 muestras realizadas y 564 positivas. (Cuadro No. 2).

Cuadro No. 2. Resumen de los casos de COVID-19 en Cuba, 11 de marzo – 9 de abril 2020

Total de casos 564
Tasa de incidencia 4,6*
Sexo masculino 52 %
Casos graves
Fallecidos 15
Letalidad 2,7 %
Pacientes de alta 51

Fuente. Partes diarios del Minsap

* Por 100 000 habitantes

La mayor cantidad de casos se ubican en las provincias de La Habana, Ciego de Ávila, Villa Clara y Matanzas. De los 564 casos positivos, eran 527 cubanos y 37 extranjeros. (Cuadro No. 3).

Cuadro No. 3. Resumen de los casos positivos cubanos de COVID-19, 11 de marzo – 9 de abril 2020

Casos positivos 527
Fuente de infección en el exterior 23 %
Enfermaron en el país 76,7 %
Profundizando el estudio epidemiológico 12
Eventos de transmisión local 12

Fuente. Partes diarios del Minsap

Y totalizaron 12 eventos de transmisión local, ocurridos en Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Ciego de Ávila, Camagüey, Holguín y la Isla de la Juventud

Se reportaron 30 trabajadores de la salud: 16 médicos, diez enfermeras, dos técnicos, una pantrista y un chofer de ambulancia. (9)

Como un hecho negativo, puedo señalar, específicamente en la ciudad de La Habana, la poca percepción de riesgo en la población, a pesar de los mensajes educativos y recomendaciones dirigidas a la población por todos los medios posibles, incluyendo altoparlantes en vehículos que circulaban, que no cumplieron con el distanciamiento social estricto que se orientaba y se podían ver largas filas en tiendas y supermercados. Se cerró tardíamente la frontera a los turistas extranjeros.

Como positivo fue la suspensión de las clases en las escuelas de todo tipo, el trabajo en centros que no fueran imprescindibles, en fechas tempranas de marzo, del transporte urbano e interprovincial desde fines del mes de marzo.

De esta pandemia de coronavirus COVID – 19, podemos aprender muchas cosas, a nivel global y local, entre ellas:

  • Necesidad de aumentar cada vez más la cobertura de salud a la población.
  • Que es necesario desarrollar infraestructura sanitaria para dar respuesta a las necesidades ocasionadas por enfermedades infectocontagiosas masivas con grandes masas de poblaciones afectadas.
  • Acceso a cantidades suficientes de medicamentos y vacunas para soporte de grandes volúmenes de personas afectadas.
  • Desarrollar una red amplia de prevención comunitaria, para hacer diagnóstico de enfermedades infectocontagiosas de presentación epidémica y así tratar de romper la cadena de transmisión. Esta estrategia debe incluir a todos los grupos en riesgo de enfermar, ya sea por la exposición al agente causal de la enfermedad, por ser contacto de casos ya diagnosticados o ser grupos vulnerables como niños, ancianos, inmunodeprimidos o portadores de enfermedades crónicas.
  • Tener lista la tecnología apropiada para hacer un diagnóstico oportuno, si es posible en tiempo real, de las personas con sospecha de padecer la enfermedad y así poder tratar con rapidez al afectado y reducir la mortalidad, a su vez permite empezar tempano con el trabajo epidemiológico para romper la cadena de transmisión.
  • Diseñar técnicas novedosas de educación sanitaria, que lleven eficazmente a la población el mensaje de la percepción del riesgo.

Las cinco primeras están implementadas en Cuba y han demostrado que funcionan, la sexta creo debe repensarse, puesto que apreciamos baja percepción de riesgo en la comunidad, a pesar de la lluvia de mensaje tanto generales como especializados.

Recordemos, que cualquier otra enfermedad emergente o reemergente pude afectarnos en el futuro.

[*] recursos humanos están integrados además por 79 829 técnicos básicos; 231 606 Técnicos Superiores, 85 732 enfermeros, 95 487 médicos y 18 910 enfermeros. El número de médicos por 10 000 habitantes es de 84,8 y de estomatólogos 16,8. Ministerio de Salud Público. Anuario Estadístico de Salud 2018. La Habana, Ministerio de Salud Pública, 2019.

Referencias bibliográficas:

1 – Ministerio de Salud Pública. Partes Diarios oficiales de la COVID-19, disponibles en: https://temas.sld.cu/coronavirus/covid-19/; https://covid19cubadata.github.io/#cuba; http://www.cubadebate.cu/categoria/temas/salud-medicina/.

2 – Spina S, Marrazzo F, Migliari M, Stucchi R, Sforza A, Fumagalli R.The response of Milan’s Emergency Medical System to the COVID-19 outbreak in Italy. Lancet Published Online February 28, 2020, https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)30493-1.

3 – IHME COVID-19 health service utilization forecasting team. Forecasting the impact of the first wave 1 of the COVID-19 pandemic on 2 hospital demand and deaths for the USA and European Economic Area 3 countries. April 21, 2020 as a preprint to the medRxiv server as MEDRXIV/2020/074732; Talha B. Outbreak of coronavirus disease 2019. Lancet Published Online February 17, 2020, https://doi.org/10.1016/S1473-3099(20)30076-1.

4 – Remuzzi A, Remuzzi G. COVID-19 and Italy: what next? Lancet 2020; 395: 1225–28 Published Online March 12, 2020, https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)30627-9.

5 – McCloskey B, Zumla A, Ippolito G, Blumberg L, Arbon P, Cicero A, Endericks T, Lim PL, Borodina M, on behalf of the WHO Novel Coronavirus-19 Mass Gatherings Expert Group. Mass gathering events and reducing further global spread of COVID-19: a political and public health dilema. Lancet Published Online March 19, 2020, https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)30681-4.

6 – Ministerio de Salud Pública. Plan para el enfrentamiento de la pandemia Influenza A (H1N1). La Habana, 25 de mayo del 2009:16 -18.

7 – Jianzhong S. Prácticas y experiencias eficaces en la lucha de China contra la neumonía por el nuevo coronavirus. Anales de la Academia de Ciencias de Cuba; Vol. 10, No. 2 (2020): especial COVID-19, disponible en: www.revistaccuba.cu/index.php/revacc/article/view/812.

8 – Ministerio de Salud Público. Anuario Estadístico de Salud 2018. La Habana, Ministerio de Salud Pública, 2019.

9 – Editorial. COVID-19: protecting health-care workers. https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(20)30627-9/fulltext.

Como citar este texto:

Chaple, Enrique Beldarraín. Reflexiones sobre la epidemia de covid-19 en Cuba. In: Revista História, Ciências, Saúde – Manguinhos (Blog). Publicado en 18 de mayo de 2020. Accessed  in [date].

Chaple, Enrique Beldarraín. Una batalla ganada: la eliminación de la poliomielitis en Cuba. Hist. cienc. saude-Manguinhos, Set 2015, vol.22, no.3.

Chaple, Enrique Beldarraín. La salud pública en Cuba y su experiencia internacional (1959-2005). Hist. cienc. saude-Manguinhos, Set 2006, vol.13, no.3.

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