20 de mayo de 2020
Section: Coronavirus and History
América Molina del Villar |historiadora, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social [CIESAS], Ciudad de México
En diciembre de 2019 en Wuhan (provincia de Hubei, China) en un mercado insalubre de venta de animales silvestres se identificaron los primeros casos asociados con un nuevo virus (SARS-CoV-2), procedente de la familia de los coronavirus. En el lapso de cuatro meses la nueva infección se encuentra presente en 185 países, siendo hasta ahora Europa y América las zonas con mayor número de contagios. Desde hace quince días (abril) la región europea empezó descender en el número de contagios (475,439), en tanto América ya supera a Europa con 511,397. La tasa de letalidad de la Covid-19 varía en cada país, por grupo de edad, género y de acuerdo con padecimientos preexistentes (obesidad, diabetes, hipertensión, entre otros). En el país hay 54,346 casos confirmados y 5,666 defunciones. En la ciudad de México 15,283 casos confirmados y 1,209 defunciones.
Antes de la Covid-19 la pandemia más reciente por su magnitud y graves repercusiones fue la influenza de 1918. El genoma del virus que provoca la influenza A(H1N1) se introduce rápidamente al pulmón y ataca el tejido pulmonar causando hemorragia en la zona y causando la muerte en el transcurso de las 48 horas siguientes. La enfermedad se originó en un campamento del ejército norteamericano en Fouston, Kansas, en marzo de 1918. Probablemente en Brest, Francia, en agosto de ese año el virus sufrió una mutación genética que se transformó en un súper virus más letal (Iezzoni, 1999; Echeverri Dávila, 1993). La influenza tuvo tres oleadas: una en marzo-abril de 1918, la segunda en octubre-noviembre de 1918 y la última ocurrió durante el primer trimestre de 1919. México fue atacado por la pandemia en la segunda oleada, cuando la infección regresó a América y se propagó con gran intensidad y virulencia.
El norte de México, Occidente y centro fueron severamente afectados por la pandemia de influenza. De acuerdo con la prensa, se calcula que murieron cerca de 200 mil personas. La Ciudad de México fue alcanzada por la pandemia de influenza en el otoño de 1918. En un lapso de tres meses murieron por gripe, bronquitis aguda, bronconeumonía y neumonía 7,375 personas. En octubre de 1918 las muertes entre adultos aumentaron y alcanzaron el 68.83 por ciento del total de las defunciones. La mortalidad infantil por enfermedades gastrointestinales era elevada (47.09 %), pero en el otoño de ese año se vio rebasada por la gripe y otros padecimientos respiratorios. El mayor número de decesos ocurrió en los grupos de 20 a 30 años y de 30 a 50. Este mismo patrón de afectación demográfica se observó en otros países del mundo. La pandemia no impactó por igual a las colonias de la capital, en virtud de que el mayor número de contagios ocurrió en la segunda demarcación (cuartel II), donde había más residentes, insalubridad y pobres. Este mismo cuartel fue severamente afectado por la epidemia de tifo de 1915-1916. La prensa reportó diversos problemas sanitarios relativos a la pobreza y descuido de esos barrios, lo que contribuyó a aumentar los contagios por gripe. De acuerdo con las inspecciones sanitarias, en los cuarteles más pobres de la ciudad un gran número de casas y cuartos fueron sujetos a desinfección.
La influenza cobró la vida de cerca de 40 millones de habitantes en el planeta y de algún modo intervino en el fin de la II Guerra Mundial. En México la propagación de la pandemia también ocurrió en el contexto de conflictos armados provocados por el estallido de la Revolución Mexicana. A mediados de 1917 el país padecía las consecuencias de la guerra civil: destrucción de campos, ciudades, vías férreas, interrupción del comercio, de las comunicaciones, fuga de capitales, epidemias y escasez de alimentos. El gobierno encabezado por Venustiano Carranza, recién instaurado luego de una lucha de facciones políticas-militares, hizo frente a la viruela, tifo, hambre e influenza. Quizá la emergencia sanitaria permitió al gobierno abonar cierta legitimidad y contribuyó a un mejor control social a través de las medidas encaminadas para frenar los contagios.
La Covid-19 muestra similitud con la influenza de 1918, en virtud de que ambas son zoonosis y en su comportamiento estacional se pueden identificar otros padecimientos asociados, como neumonías. En 1918 la extrema letalidad de la influenza se debió sobre todo a que junto con la enfermedad viral aparecieron enfermedades bacterianas (Echeverri Dávila, 1993, p.12-13) La extensión y virulencia de estas infecciones se atribuye a la mayor prevalencia de patógenos del aparato respiratorio durante los meses de frío (otoño e invierno) de 1918-1919, situación que quizá ocurrió en 2020 con Europa y Estados Unidos, cuyas temperaturas durante la temporada invernal facilitó una propagación acelerada de la Covid-19 junto con neumonías e influenzas estacionales.
En México esta nueva pandemia está provocando decesos en personas más jóvenes, a diferencia del caso europeo, ya que se ha identificado agravamiento de la infección en personas con diabetes, obesidad e hipertensión. Podemos establecer otras similitudes entre ambas pandemias. Como se ha indicado, se tratan de zoonosis donde están involucrados el consumo y tratamiento de animales (murciélagos, víboras y mariscos) con la Covid-19, en tanto la AH1N1 se asocia con un virus recombinado (aviar, porcino y humano). Las medidas para contener el contagio son las mismas: cuarentenas, no saludar de mano, ni de beso, uso de mascarillas, cierre de espacios públicos y distanciamiento social. Todavía no sabemos cuál será el saldo total de contagios y muertos de la nueva pandemia en México, ya que nos encontramos en la primera etapa de ascenso. Quizá no será la primera causa de muerte, pero sí provocará un mayor impacto económico que el demográfico. No obstante, de manera similar a 1918, la Covid-19 pondrá en evidencia la desigualdad ante la muerte, ya que los grupos más afectados serán las poblaciones pobres en los grandes centros urbanos sin acceso al agua y viviendo en condiciones de hacinamiento e insalubridad, hechos lamentables que empieza a padecer nuestro país.
Referencias:
Datos de la pandemia de Covid-19.
Echeverri Dávila, Beatriz. La gripe española. La pandemia de 1918-1919. Madrid: Siglo XXI Editores. (Colección monografías número 132). 1993.
Iezzoni, Lynette. Influenza 1918, The Worst Epidemic in American History. United States, Foreword by David McCullough, TV Books. 1999
Márquez Morfín, Lourdes y América Molina del Villar. “El otoño de 1918: las repercusiones de la pandemia de gripe en la ciudad de México”. Desacatos. Revista de Antropología Social, núm. 32, 2010, pp. 121-144.
Márquez Morfín, Lourdes y América Molina del Villar. “La pandemia de influenza en la ciudad de México: impacto demográfico y diagnóstico diferencial en las fuentes estadísticas”. En Márquez Morfín, Lourdes y América Molina del Villar. Un otoño mortal en 1918. La pandemia de influenza y sus efectos en la población joven de México. CIESAS. (en prensa).
Molina del Villar, América. Guerra, tifo y cerco sanitario en la ciudad de México, 1911-1917. México: Publicaciones de la Casa Chata. 2016.
Como citar este texto:
Molina del Villar, América.México entre pandemias: la influenza de 1918 y la covid-19. In: Revista História, Ciências, Saúde – Manguinhos (Blog). Publicado en 21 de mayo de 2020. Accessed in [date].
En Manguinhos:
Molina del Villar, América. La viruela en México: historia de continuidades y rupturas en su control, prevención y erradicación, 1870-1950. Hist. cienc. saude-Manguinhos, Abr 2017, vol.24, no.2, p.535-538. ISSN 0104-5970
Coronavirus and history – Historians from all over the world, especially from Latin America, expose their views on covid-19.