28 de julio de 2021
Hoy, el 28 de julio de 2021, Pedro Castillo asume la presidencia del Perú. Pedro Castillo, de Perú Libre y Keiko Fujimori, de Fuerza Popular, disputaron la segunda vuelta de las Elecciones 2021 el 6 de junio, pero Carrillo fue proclamado ganador de las elecciones presidenciales el 19 de julio, después de una batalla legal de Keiko Fujimori.
Además de la pandemia de COVID-19, el nuevo gobierno tendrá que enfrentar los graves problemas estructurales del sistema de salud pública del país.
Entrevistamos a Victor Zamora, médico peruano especialista en salud pública, que fue ministro de salud del Perú en el inicio de la pandemia. Víctor Zamora analizó los principales desafíos sanitarios del nuevo Gobierno en Perú.
¿Cuales serían las grandes tareas del nuevo gobierno peruano en términos de salud pública?
La más urgente es continuar y mejorar las acciones de lucha contra la pandemia. La primera es ampliar la cobertura y la velocidad con la que se está vacunando. El Perú ya tiene acuerdos de compra de 60 millones de doses de vacuna. Somos el segundo país con mayor compromiso de compra de vacunas después de Brasil, comparado con su población.
El problema ahora es que eso llegue y se implemente rápidamente. En el Perú por ejemplo, nosotros tenemos que vacunar 25 millones de personas, con las dos dosis. Tenemos solamente 4.5 millones de personas vacunadas. Entonces el nuevo gobierno tiene que mejorar la cobertura y la velocidad de la vacunación. Al mismo tiempo tiene que continuar mejorando la capacidad de respuesta para los pacientes que seguirán viniendo con la tercera ola. La pandemia es la primera, la segunda y la tercera prioridad en salud pública.
Fuiste ministro de salud en Perú al inicio de la pandemia. Perú se convirtió en el país con la mayor tasa de mortalidad por COVID-19. ¿Fue solamente un cambio en la metodología? ¿Por qué crees que el país llegó a esta situación?
Porque Perú es el país que menos preparado ha estado para enfrentar la pandemia. Dos indicadores: contagios y muertes. Para evitar los contagios uno no necesita un sistema de salud pública, necesita buenas condiciones de vida. En general en el Perú las condiciones de vida de la mayor parte de la población son muy malas. La población que vive en la pobreza o pobreza extrema tiene empleo informal y tiene que ganarse el pan día a día.
En segundo lugar, en esta misma población, 80% tiene trabajo manual, no pueden trabajar de casa. Son albañiles, constructores, lavanderas, cocineros. En tercer lugar, muchos no tienen agua, 10 % viven en condiciones de hacinamiento. Prácticamente el 80% se transportan en transporte público informal, no en tren o metro, pero en pequeñas unidades donde viajan todos apiñados. La mitad de la población que vive en las favelas no tienen refrigeradora, por lo las personas tienen que salir a comprar sus alimentos día a día.
Solamente una cuarta parte de ellos tienen una cuenta bancaria y una tercera parte tiene internet. O sea, las condiciones no están para que la gente se pueda aislar de otros. Por lo tanto se contagian. Miles de contagiados, de enfermos, y muchos de ellos graves llegan a los establecimientos de salud y estos son muy malos en el Perú. La inversión en salud en el Perú es una de las más bajas de América Latina, 3.5% del producto interno bruto.
En términos de capacidad laboratorial, cuando empezó la pandemia teníamos un solo laboratorio de salud pública para todo el país. Para 30 millones de peruanos, había un solo laboratorio que hacia 500 pruebas día en Lima. El resto del país estaba descubierto. Había cien camas en unidades de cuidados intensivos y aproximadamente 70 mil trabajadores de la salud de déficit. Entonces, no solamente el contagio fue alto por las condiciones de vida, si no la mortalidad fue alta por las condiciones del sistema sanitario. Muy pobre, muy precario.
La pequeña diferencia de votos entre los candidatos muestra una sociedad polarizada entre dos proyectos de gobierno muy diferentes. ¿Cree que se va a reflejar esta división en la salud pública?
Evidentemente son dos polos opuestos en términos ideológicos y políticos. Sin embargo, en temas de salud la diferencia se da en lo que hacer con el sistema de salud. La izquierda plantea un sistema único de salud, aumentar la cantidad de recursos destinados al sector de salud, unificar el sistema, fortalecer lo público, revisar la descentralización, controlar los medicamentos, pagar mejores salarios a los trabajadores. La derecha no quiere hacer ninguna transformación estructural del sistema de salud, mas de gestión: historia clínica electrónica, cómo mejorar las colas, la logística de los medicamentos. O sea, mientras uno habla de los problemas estructurales el otro habla de problemas de gestión.
Sin embargo, donde hay comunión, donde hay coincidencia es que ambos apoyan totalmente las medidas contra la pandemia: vacunación, mascarillas y los dos están en contra las medidas de cuarentena. Entonces en materia de pandemia la derecha e izquierda están la misma página.
Además de la COVID-19, ¿cuáles son los principales desafíos sanitarios del nuevo Gobierno en Perú?
El nuevo gobierno enfrenta la situación de no tener un sistema de salud estructurado. ¿Cuales son las características principales de nuestro sistema de salud? Número uno, es muy precario, muy poco dinero, muy poca inversión y eso se traduje en poca gente, poca infraestructura poca cama, todo es poco. Dos, el sistema de salud peruano es fragmentado. Solo para mencionar los sistemas nacionales, hay lo ministerio de salud, seguridad social, sanidad de la policía, sanidad de los militares, sanidad naval, sanidad aérea; sanidad de los penales, más los privados. Son siete estructuras nacionales paralelas, seis de las cuales son públicas, pero además hay 25 subsistemas regionales. En total tenemos 33 subsistemas de salud de los cuales 32 son públicos.
El tercer problema es de gestión, de carrera pública, la posibilidad de programar y planificar el futuro. Cuando fue ministro de salud, fue el octavo ministro de salud, de un total de 12 ministros de salud. La rotación de los funcionarios es altísima, hay mucha instabilidad. El cuarto problema es la descentralización malentendida, en el sentido de que cada región es prácticamente autónoma y la gobernanza del conductor del sector está debilitada. Y, finalmente, hay el problema de la corrupción. El sector de salud por sus características es altamente corrupto. Después del ministerio de transportes el sector salud es el más corrupto del país. ¿Cual es la agenda? Unificar el sistema, meterle dinero, invertir más, fortalecer la gestión, revisas las bases de la descentralización y luchar contra la corrupción.
Creo que estas eran las preguntas que quería hacer. ¿Quieres agregar algo más?
Hay un tema de que poco se trata, pero creo que Perú y otros países podrían revisar, que es la arquitectura supranacional en relación con la lucha contra la pandemia. Creo que todos los países hemos extrañado la falta de una estructura supranacional para que podamos hacer más y mejores compras, intercambiar experiencias, movilizar recursos humanos altamente tecnificados para apoyar países que no saben como hacer las cosas. Intercambiar datos, intercambiar conocimientos, intercambiar experiencias, intercambiar lecciones y OPS la pandemia los ha sobrepasado. Yo diría que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido mucho mas fuerte en su liderazgo mundial que la Organización Panamericana de la Salud (OPS). La OPS Es como si no hubiese existido. Y estoy hablando también de Unasur, OEA, todas esas estructuras supranacionales no han dado la talla para un fenómeno de esta característica.
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