Guerra, niños y ceguera

Deciembre, 2021

Desde finales de 1937, en plena Guerra Civil, tuvo lugar en España un repunte de enfermedades tradicionalmente endémicas, como el tracoma. Esta enfermedad había sido controlada desde comienzos del siglo XX, especialmente durante la Segunda República (1931-1936); sin embargo, la degradación de las condiciones de vida y los movimientos de población durante la Guerra Civil española (1936-1939) facilitaron la recrudescencia de la endemia tracomatosa.

En el artículo Espacio urbano, guerra y enfermedades sociales: el caso del tracoma infantil en Valencia, 1936-1937 Xavier García Ferrandis, profesor e investigador de la Universidad Católica de Valencia «San Vicente Mártir», ha analizado el abordaje que se acometió en una ciudad en guerra para controlar el tracoma infantil, una enfermedad muy contagiosa que conducía frecuentemente a la ceguera. Se trata de Valencia, una ciudad situada en la retaguardia republicana durante la totalidad del conflicto, motivo por el cual recibió grandes contingentes de población refugiada. El marcado incremento poblacional –con gran predominio de niños y niñas en edad escolar– favoreció la aparición de la miseria y el hacinamiento, escenario ideal para el desarrollo del tracoma.

Este trabajo se enmarca en el proyecto del Ministerio de Economía y Competitividad de Gobierno de España «Acciones de socorro y tecnologías médicas en emergencias humanitarias (1850-1950): agencias, agendas, espacios y representaciones» (HAR2015-67723-P). El artículo ha sido publicado en el número XX de la revista História, Ciências, Saúde-Manguinhos (XX de 2020). 

Utilizando fuentes médicas y administrativas, tanto manuscritas como impresas, García Ferrandis analiza las consecuencias que tuvo la Guerra Civil española en la organización de la lucha contra el tracoma infantil en la ciudad de Valencia. Las autoridades sanitarias locales alteraron la organización antitracomatosa impulsada por la Segunda República basada en los dispensarios y centrada en la prevención, e improvisaron la habilitación de tres hospitales infantiles en la ciudad y sus alrededores, dando más importancia, por tanto, a la vertiente terapéutica del enfermedad. Sin embargo, esta readaptación no fue capaz de asumir el incremento progresivo de la demanda asistencial, lo que desembocó en el hacinamiento de enfermos, dificultando, así pues, el control de la enfermedad.

El artículo deja al descubierto el origen social del tracoma, una realidad que tuvo consecuencias en tres ámbitos. En primer lugar, muchos de los niños eran pacientes pluripatológicos, afectados por tracoma, tuberculosis, escrófula, sarna y tiña,  enfermedades con un enfoque terapeútico dispar pero que presentan un denominador común: la pobreza, es decir, su origen social. En segundo lugar, las complicadas relaciones entre las autoridades competentes en materia de Sanidad y de Asistencia Social, debido a la dificultad en la delimitación de ambas esferas. En último lugar, la procedencia de los pacientes: niños pobres y jóvenes conflictivos, la mayoría pertenecientes a familias desestructuradas a causa de la guerra. Por este motivo, los hospitales infantiles analizados asumieron otras funciones además de la terapéutica: la educación primaria, la formación profesional y la rehabilitación social.

El tracoma, enfermedad endémica en la costa mediterránea de España hasta los años 60 del siglo pasado, aparecía asociado a viviendas de escasa calidad, donde sus habitantes malvivían, frecuentemente, hacinados y en compañía de animales domésticos.

Leer en HCS-Manguinhos:

1.  Ferrandis, Xavier García. Espacio urbano, guerra y enfermedades sociales: el caso del tracoma infantil en Valencia, 1936. História, Ciências, Saúde-Manguinhos dec 2021, Volume 28 N. 4.