07 de mayo de 2020
Sección Coronavirus and history / Testemunhos Covid-19
Dr. Adrián Carbonetti, Historiador / Investigador, Centro de Investigaciones y Estudios sobre Cultura y Sociedad/Conicet.
La pandemia del covid-19 viene siendo comparada en Argentina – y tal vez en el mundo- con la pandemia de gripe española, aunque todos sabemos que no hay forma de comparar una con otra considero que la historia nos pude dar algunas lecciones a partir de rever casos puntuales como el argentino.
Posiblemente ambas pandemias, por las características de velocidad de expansión y de contagio sean asimilables, como también porque los sistemas de salud (casi inexistentes en los albores del siglo XX) en muchos países fueron rebasados. La pandemia de gripe española se difundió en el término de 8 meses por todo el globo; claro que los medios de transporte eran mucho menos veloces (barcos y trenes) que los actuales aviones y trenes bala, autos y buses, etc.
No obstante, hay un rasgo fundamental que marca la diferencia entre ambas: se trata de la capacidad de letalidad de cada una. Mientras la gripe española generó la muerte de entre 20 y 50 millones de personas (algunos cálculos llegan, incluso, hasta 100 millones) en una población de 1.800 millones, la pandemia de covid 19 se muestra menos letal. Hasta el momento se registran alrededor de 175.000 muertes en una población de 7.500 millones de personas. Ahora bien, resulta innegable que esas defunciones impactan fuertemente sobre la opinión pública en tanto son expuestas por los medios de comunicación de manera cruda y en valores absolutos, hecho que habilita la posibilidad de que muchos gobiernos sean evaluados a partir del total de muertes que tiene un país.
Lo anterior nos lleva a considerar los sistemas de salud en los en países como Italia, España, Francia, Gran Bretaña, EEUU e incluso Brasil entre muchos otros, que fueron devorados por el coronavirus, tal vez los casos que sobresalgan son el estadounidense y el brasileño en los que se observan políticas a veces contradictorias entre los niveles nacionales y estaduales de decisión. Se habló de cuarentenas que no fueron impuestas en el momento adecuado, como también de prioridades en la dicotomía economía versus salud. De acuerdo a mi perspectiva, todas ellas discusiones estériles, ya que una cuarentena no puede salvar a una población de la epidemia, considerando que en algún momento esta terminará por ser levantada.
En el actual desarrollo de la pandemia de covid 19, muchos economistas vuelven la mirada hacia la pandemia de gripe española y observan que cuanto más rápidamente se impusieron las medidas restrictivas sanitarias y sociales, con mayor premura se logró salir de la crisis económica que desató la pandemia (Infobae 7/4/2020). A todas luces, se trata de especialistas en procesos económicos que no tienen en cuenta las circunstancias históricas, sociales y políticas, y que ponen el acento solamente en las medidas de restricción sanitaria y social. Desde mi punto de vista, y tomando en cuenta las medidas adoptadas por el gobierno argentino frente al covid 19, la situación es mucho más compleja.
Posiblemente, las particularidades del caso argentino en torno a la gripe española puedan traer luz frente a las vicisitudes que se presentan con el covid 19 y sobre las políticas que se implementan en Argentina. En efecto, la mortalidad de la pandemia de gripe española fue heterogénea en la Argentina y podemos exponer dos extremos claves (aunque, claramente podría haber otros): la ciudad de Buenos Aires, donde la tasa fue de 7 por 10.000 personas, y la provincia de Salta donde la tasa fue de 128 por 10.000 habitantes. ¿Cuáles fueron los factores que determinaron que la ciudad puerto tuviera 18 veces menos mortalidad relativa que la provincia de Salta?
La respuesta a esta pregunta radica en elementos de carácter político, sanitario, social y comunicacional que hicieron que la enfermedad tuviese ese comportamiento distinto. Por un lado, encontramos un marcado dislocamiento de las instituciones encargadas de combatir las epidemias: el Departamento Nacional de Higiene (dependencia que discutía las medidas con el presidente de la nación) que se encargaba de batallar contra la pandemia en la ciudad de Buenos Aires, conjuntamente con los territorios nacionales, mientras los Consejos Provinciales de Higiene eran los encargados de luchar contra la dolencia en cada uno de esos distritos. El gobierno nacional recibía noticias internacionales (incluso antes de que llegase la pandemia a estas latitudes) lo que le permitía tomar decisiones y medidas con mucha prontitud; a eso agregaba que la ciudad portuaria tenía un sistema sanitario importante: ya se contaba con hospitales públicos, sanatorios étnicos y sanatorios privados. Concretamente, en la capital se encontraba ubicado el 50% de los médicos del país y la población que, si bien en muchos casos estaba hacinada en conventillos, poseía buena nutrición.
La provincia de Salta se encuentra en el extremo norte del país; durante los brotes de gripe española estuvo alejada de los circuitos de decisión a nivel nacional. La institución encargada del cuidado y el combate a las epidemias y enfermedades endémicas de carácter infeccioso era el Consejo Provincial de Higiene, un órgano inserto en un estado provincial con escaso presupuesto (en especial para la salud) que no manejaba la suficiente información frente a la llegada de la gripe, tanto a fines del año 1918 como en mayo de 1919. A esas dificultades de orden estatal se sumaba un andamiaje de instituciones endebles, de carácter público y privado, incapaces de contener el desarrollo de una epidemia que arrasaba una sociedad con diferencias sociales profundas. Así, se generaba una masa de población paupérrima inmersa en un sistema epidemiológico cruel, surcado por enfermedades infectocontagiosas de carácter endémico y epidémico que se aunaban a una alta mortalidad infantil. Por lo tanto, el arribo de gripe sofocó a toda la provincia generando una alta mortalidad en la población en su conjunto, pero en especial en los sectores sociales con menos capacidad de protección frente a la dolencia, fenómeno que era denunciado por un periódico en ese momento.
Esta descripción evidencia que a principios del siglo pasado imperaba un sistema de “salud pública” completamente dislocado frente a la aparición de epidemias y pandemias, sin comunicación entre el gobierno nacional (que generaba políticas en los territorios que estaban bajo sus jurisdicción) y aquellos estados provinciales cuya estrategia era enviar un médico informante a la capital para asesorarse acerca de las acciones a llevarse a cabo por parte de las autoridades nacionales y luego replicarlas en sus respectivos territorios. En consecuencia, toda información e imposición de regulaciones era extemporánea al desarrollo de la enfermedad.
El gobierno nacional elegido a fines de 2019 recreó el Ministerio de Salud de la Nación, que había sido degradado al rango de Secretaría de Salud por el gobierno anterior; esto le permitió obtener los recursos necesarios y la toma de decisión política por sobre los gobiernos provinciales. Claro que un hecho insoslayable es que las definiciones en torno a las medidas que se fueron adoptando, si bien estuvieron centralizadas a nivel nacional, fueron a partir del consenso los gobernadores de cada distrito.
Este manejo político de la salud pública -de carácter centralizado y con circulación de información en todas las provincias del territorio federal- permitió que las medidas como el “aislamiento social obligatorio” (que generó la reclusión de una gran parte de la sociedad) implicaran que las muertes por covid 19 sean exiguas en todo el territorio argentino. Asimismo, este sistema de salud ha logrado, hasta ahora, un número de camas ocioso a escala nacional.
La contraposición de los escenarios epidemiológicos revisados nos permite entender que una pandemia de las características del covid 19 sólo puede ser atendida a partir de la centralización y el consenso político que permita generar los canales necesarios de comunicación para la toma de decisiones unificadas en todo el territorio nacional y la ayuda por parte del estado a los sectores menos favorecidos.
Como citar este post:
CARBONETTI, Adrian. Gripe española y coronavirus en Argentina: Leer el pasado y entender el presente. In: Revista História, Ciências, Saúde – Manguinhos (Blog). Publicado em 12 mai. 2020. Acesss [date].
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