Vivian Mannheimer | Blog HCS-Manguinhos
A pesar de su importancia y extensión, el espacio marino y sus organismos tardaron en ser incorporados como objetos de investigación científica en la Argentina. Para contrarrestar la falta de infraestructura específica, los naturalistas recurrieron a oficiales navales, marinos, pescadores y también los mercados de pescado para reunir colecciones e información sobre los animales marinos.
Susana V. García es investigadora adjunta del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), con lugar de trabajo en el Archivo Histórico del Museo de La Plata, Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina. Entre otros artículos, escribió “La pesca comercial y el estudio de la fauna marítima en la Argentina, 1890-1930”.
El artículo examina la relación entre el desarrollo de la pesca comercial marítima y el estudio de la fauna marina en la Argentina de fines del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Se analizan las investigaciones sobre peces, la comercialización de productos marítimos frescos y las oportunidades que ofrecieron los mercados urbanos para la formación de colecciones. También se investiga los inicios de la pesca de altura que posibilitaría la captura y estudio de nuevas especies así como la acumulación de información sobre el ambiente marino.
1) ¿Cuál ha sido la relación entre el desarrollo de la pesca comercial con el estudio de la fauna marina en la Argentina?
Como trato de mostrar en mi trabajo, existió una relación estrecha entre el desarrollo de la pesca comercial marítima y las investigaciones ictiológicas – rama de la zoología dedicada al estudio de los peces – a fines del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XIX. Durante esos años, ante la falta de recursos y embarcaciones adecuadas para realizar investigaciones en el mar, los naturalistas recurrieron a los mercados urbanos y a la infraestructura de la actividad pesquera para reunir muestras e información del litoral bonaerense. La explotación de nuevas áreas de pesca y la venta de especies marinas en el mercado de Buenos Aires posibilitaron el aumento de las colecciones de los museos y la identificación de nuevas especies para la fauna “argentina”. Esto permite examinar las interrelaciones de la ciencia con los circuitos y las prácticas comerciales de ciertos productos. Así, por ejemplo, los pescadores y empleados del mercado, acostumbrados a ver y clasificar cientos de ejemplares de los mismos animales, podían distinguir los especímenes extraños y enviarlos a los científicos para su interpretación. Los pescadores también proveyeron de información sobre las épocas del año y las zonas en las cuales abundaban ciertas especies o sobre las características de los ejemplares recién pescados. Los naturalistas reconocieron en sus publicaciones las contribuciones de los actores ligados a las actividades pesqueras, no obstante estas vinculaciones han sido poco estudiadas en la historia de las ciencias marinas.
2) ¿Cómo fue el desarrollo científico de la fauna marítima en este período en Argentina? ¿Cuáles fueron los principales descubrimientos e investigaciones?
Los trabajos científicos sobre la fauna marina durante estos años se concentraron principalmente en la determinación más exacta de los peces de las costas argentinas, como parte del esfuerzo por inventariar los recursos naturales del país. Varios naturalistas insistirían en la necesidad de inventariar y estandarizar, según la nomenclatura científica internacional, los nombres de las especies nativas para hacer de la naturaleza local, una fuente de recursos más legible para diversos usos comerciales y su promoción en el extranjero. En algunos de esos trabajos se presentarían nuevas especies para la ciencia, mientras en otros se darían a conocer la existencia en estas áreas de peces u invertebrados marinos que se registraban en otros mares y latitudes. En el período estudiado, la enumeración de los peces marinos de la costa argentina se duplicó. También en las primeras décadas del siglo XX comenzaron a estudiarse otros grupos de la fauna nerítica y los factores primarios que determinan su distribución, especialmente en torno a la corriente cálida del Brasil y la fría de Malvinas. Será, sin embargo, en la segunda mitad del siglo XX cuando se organicen las investigaciones más sistemáticas en oceanografía y biología pesquera.
3) ¿Cómo se desarrollo la pesca entre 1890 y 1930 y que importancia tuvo en la economía nacional y en las investigaciones científicas del país?
Durante este período la actividad pesquera en la Argentina se desarrolló lentamente y con diversas dificultades. Con la excepción de algunas compañías pesqueras que contaron con vapores pesqueros, la pesca comercial fue realizada de forma artesanal por pescadores costeros y desde pequeñas embarcaciones para satisfacer las demandas del mercado interno, cuya plaza principal fue la ciudad de Buenos Aires. La pesca comercial marítima, como ha sido muy bien estudiada por el historiador José Mateo, emergió a fines del siglo XIX como complemento de la actividad turística de la villa balnearia de Mar del Plata. Allí se instaló una pequeña comunidad de pescadores de origen italiano que llegaría a constituirse en el principal centro pesquero del país. La expansión del ferrocarril posibilitó el envío de pescado fresco y moluscos desde la costa atlántica a los mercados de Buenos Aires, donde los naturalistas podrían observar y obtener especímenes para sus estudios. En los inicios del siglo XX, algunas compañías desde el puerto de Buenos Aires intentaron la explotación de nuevas especies y zonas de pesca con el empleo de barcos pesqueros, aunque esto se interrumpiría al iniciarse la primera guerra mundial. En la década de 1920 se volvería a impulsar la pesca de altura, ofreciendo oportunidades para el embarque de naturalistas y aficionados a la biología marina. Para 1934, la pesca comercial en la Argentina contaba con 14 barcos pesqueros y 470 embarcaciones pequeñas, dando trabajo a cerca de 3500 personas. En la década de 1930, como muestran los trabajos de Mirta Masid y José Mateo[1], se impulsará un proceso de sustitución de importaciones pesqueras, mostrando un lento pero sostenido crecimiento del sector pesquero que aprovechará la demanda coyuntural de complejos vitamínicos generada por la Segunda Guerra Mundial. En esa época, podría decirse, se abre un nuevo capítulo en la historia de la industria pesquera al igual que para la biología marina de la Argentina.
Ver el artículo completo:
García, Susana V. “La pesca comercial y el estudio de la fauna marítima en la Argentina, 1890-1930.” Hist. cienc. saude-Manguinhos [online]. 2014, vol.21, n.3, pp. 827-845. ISSN 0104-5970.
[1] Véase, entre otros: Masid, Mirta y Mateo, José: “De la sustitución a la exportación. El sector pesquero argentino entre 1930 y 1965”, Revista de Estudios Marítimos y Sociales (Mar del Plata), año 1, n°1, 2008 p.71-81. Mateo, José: “Sembrando anzuelos para tiburones. Las demandas vitamínicas de la II Guerra Mundial y el desarrollo de la pesca comercial marítima en Argentina (1943-1952)”, Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani” (Buenos Aires), n° 29, 2006, p. 119-150